VENEZUELA PADECE EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO

 ¿VENEZUELA PADECE EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO?

Venezuela esta atrapada, atrapada en las colas para obtener los productos de la cesta básica, atrapada en las colas para comprar medicinas, atrapada en la desesperanza, en la resignación, en la aceptación de las carencias; basta ver las decenas de personas que hacen todos los días largas colas para conseguir un producto esencial, papel higiénico, toallas sanitarias, leche, harina pan, azúcar, aceite, arroz, veo desde las 6  de las mañanas-hora en la que salgo a ejercitarme-, gente en colas esperando la llegada del camión de Mercal que trae esos tan esperados y necesitados productos de la cesta básica, me acerco, y las oigo hablando, alguna calientes con el gobierno, otras diciendo que la culpa es del sabotaje económico de la oposición, que la escasez es producto de la guerra económica contra Maduro y el pueblo, si, diferentes criterios y opiniones, pero al final la gente recibe el producto tan ansiado, y la cara de alegría, de satisfacción es indescriptible, por eso digo que Venezuela esta atrapada, fue secuestrada por un régimen que al igual que el de Cuba, proyecta quedarse por mucho tiempo en el País, y probablemente lo harán, pues estamos en el camino de la resignación, de aceptar que no tenemos, que no podemos y que el Papa Estado nos dará todo, no hay, no tengo, no puedo, pero el Gobierno trae los alimentos, me los vende a precios regulados, y además con las misiones me entrega los recursos para obtenerlos sin necesidad de trabajar.
Lamentablemente los lideres de la oposición democrática han perdido dos oportunidades de oro para cambiar las cosas en el País, la primera fue en el 2001 después de una cruenta protesta democrática de multitudinaria manifestaciones en la calle el Presidente renunció,  pero hasta ahí llegó, los líderes no fueron capaces de concluir lo que el pueblo les sirvió en bandeja; la segunda oportunidad fue el 14 de abril, Capriles  después de convocar a la gente a la calle para reclamar el fraude que el mismo cantó, se echó para atrás, se paralizó, no ejerció su deber de líder; ¿Por qué?, no lo sé, ¿miedo?, ¿exceso de prudencia?, ¿mediocridad? cualquiera de ellas aplicaría en el contexto que se vivió tanto el 14 de abril como en los días posteriores, cuando el CNE después de prometer una auditoría completa y no cumplir, Capriles y los líderes de la MUD no convocaron al pueblo a manifestar, tampoco lo hicieron cuando la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia quitó a la Sala Electoral el caso de las impugnaciones electorales, ni cuando las declaró inadmisibles sin entrar a analizar el fondo del asunto; simplemente lo que hacen es hablar y hablar, llamar al pueblo no al calle, sino a que vote el 8 de diciembre, engañándolo cuando dicen que con eso empezará el cambio en Venezuela, ¿cual cambio?, ¿el mismo que debió haber el  14 de abril cuando según ellos mismos hubo fraude y Capriles ganó las elecciones?, sino lo hicieron en aquella oportunidad ¿lo harán ahora?, no, solo quieren conservar su cuota de poder, y mientras, hablan todos los días hasta el aburrimiento de lo que el pueblo conoce por que lo vive, la escasez, la inseguridad, la corrupción, la inflación, la falta de dólares, cansan ya con la cantilena, cada frase que lanzan con estruendo, con exclamaciones, con calificaciones, reclamando contra la corrupción, lo hacen como si el  pueblo desconociera lo que sucede y ellos debieran cumplir con el “sagrado deber de informarlo”, da risa, es ridículo, pero no toman la decisión que todos esperan y que conduciría al cambio, la convocatoria a manifestar, si la convocatoria, por que el pueblo no se convoca solo, sino en casos extremos, pero en el caso de Venezuela no creo que el pueblo espontáneamente salga multitudinariamente a la calle, pues sencillamente esta atrapado con el Síndrome de Estocolmo.